En un fallo que ha generado controversia, la policía Gimena Antonia Núñez fue absuelta del delito de encubrimiento agravado en el crimen de Cintia Fernández, pero condenada por falso testimonio. El fiscal había solicitado una pena de 4 años de prisión y 10 años de inhabilitación, mientras que la querella pidió 6 años de cárcel y la misma inhabilitación.
Los jueces de la Sala IV del Tribunal de Juicio, María Cecilia Flores Toranzos, Gabriela Romero Nayar y Marcelo Rubio, a cargo del sonado caso, condenaron a Núñez a dos años de prisión condicional y cuatro años de inhabilitación absoluta.
Además, impusieron reglas de conducta para los próximos dos años, que incluyen fijar residencia, someterse al cuidado del Programa de inserción social y supervisión de presos y liberados de Salta, abstenerse del consumo de estupefacientes y del abuso de bebidas alcohólicas, y no cometer nuevos delitos, bajo amenaza de revocación de la condicionalidad de la pena.
El caso se remonta a mayo de 2019, cuando Núñez declaró como testigo en el juicio por el crimen de Cintia Fernández. La absolución por encubrimiento se basó en la aplicación del principio constitucional de la duda.
La decisión judicial ha generado diversas reacciones, especialmente por la discrepancia entre la acusación de encubrimiento y la condena por falso testimonio.