La región del Chaco salteño enfrenta una situación crítica debido al incremento de las inundaciones provocadas por la crecida del río Bermejo, que se suma a los efectos del desborde del Pilcomayo registrado la semana pasada. Este nuevo aumento del caudal ha dejado a varias comunidades completamente aisladas, agravando la emergencia humanitaria en la zona.
Poblaciones como Las Vertientes, Larguero y comunidades indígenas de Rivadavia Banda Sur, cercanas al límite con Formosa, se encuentran actualmente rodeadas de agua por la crecida del Bermejo. Los accesos terrestres están cortados, impidiendo el ingreso de ayuda humanitaria y dejando a los habitantes sin luz, agua potable y suministros básicos.
En Rivadavia Banda Sur, las aguas han inundado viviendas familiares, obligando a los residentes a buscar refugio en zonas elevadas. "Estamos completamente aislados, sin posibilidad de salir ni recibir asistencia", explicó un habitante de Las Vertientes. La situación se repite en Misión La Paz, donde el desborde inicial del Pilcomayo ya había dejado sin servicios esenciales a la población.
Representantes de las comunidades afectadas han expresado su malestar por la demora en la respuesta estatal ante la crecida del río Bermejo. Un portavoz de la comunidad wichi en Larguero señaló: "Hace siete días que esperamos ayuda efectiva, mientras las condiciones empeoran día a día". Esta situación contrasta con la asistencia brindada en localidades cercanas del lado paraguayo.
Los daños materiales son considerables, con viviendas afectadas y la pérdida de animales de granja que constituyen la principal fuente de alimentación para muchas familias. Aunque la mayoría de los residentes ha logrado evacuarse por sus propios medios, requieren con urgencia agua potable, alimentos no perecederos, colchones, frazadas y artículos de higiene personal.