La incertidumbre por la posible suspensión del servicio nocturno de colectivos en el área metropolitana de Salta finalmente se disipó. La medida había sido anunciada por los empresarios del transporte público ante una abultada deuda que la empresa Saeta mantiene con los prestadores, pero fue desactivada tras llegar a un acuerdo.
Durante la jornada del jueves, se había confirmado que los colectivos dejarían de circular desde las 23 hasta las 5 de la madrugada del viernes. El motivo principal era una deuda superior a los 9.000 millones de pesos por parte de Saeta, equivalente al 60% del costo del servicio de julio, que aún no fue abonado por el Gobierno provincial.
La intervención directa del gobernador Gustavo Sáenz fue clave para encauzar las negociaciones y evitar la paralización del servicio. Según se supo, el acuerdo logrado permite continuar con la prestación en todos los turnos, aunque de forma provisoria mientras se discute la deuda.
Los empresarios habían advertido que el nivel de pagos recibidos hasta el momento cubría apenas el 45% de lo correspondiente por combustible, kilómetros y premios, situación que volvía insostenible el funcionamiento de los colectivos. El compromiso político permitió frenar la medida, pero el conflicto sigue latente.
Por ahora, el transporte urbano en Salta continuará funcionando con normalidad, aunque no se descartan nuevas medidas si no se resuelve el problema de fondo. La situación pone en evidencia la crisis estructural del sistema y la dependencia de subsidios para sostener los servicios básicos.