No hay bolsillo que aguante. La canasta básica total (CBT) tuvo un aumento de 1,6% en julio, de manera que una familia compuesta por dos adultos y dos hijos necesitó $67.577 de ingresos mensuales para no caer bajo la línea de la pobreza. Según lo informó este jueves el Indec, en el último año ese indicador tuvo una suba de 51,8%.
Por su parte, la canasta alimentaria avanzó ese mes un 2,1% y de esa manera determinó que una familia tipo precisó $29.003 para no ser considerada bajo la línea de la indigencia. Este indicador está influido principalmente por la suba de los alimentos, que desde finales de 2020 registró una aceleración importante.
Los dos indicadores son decisivos para medir el impacto de la crisis económica en los indicadores sociales. Eso sucede porque la canasta básica -que además de alimentos incluye otros ítems del gasto como indumentaria, salud, transporte o educación- determina la denominada "línea de pobreza". Es decir, los hogares con ingresos menores a la CBT son los que pasan a ser considerados pobres.