El Gobierno se prepara para una nueva movilización este miércoles en las inmediaciones del Congreso, donde jubilados reclamarán una recomposición de haberes. La protesta coincide con el debate en Diputados sobre el DNU 179/25, que habilita al Ejecutivo a contraer deuda con el FMI.
Tras el operativo policial de la semana pasada, que dejó más de 100 detenidos y 20 heridos, el oficialismo ajusta su estrategia de seguridad y comunicación. En esta oportunidad, universidades públicas se sumarán a la convocatoria, lo que podría marcar una diferencia con la anterior movilización, donde hinchadas de fútbol protagonizaron los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Estrategia del Gobierno
Este martes, en una reunión encabezada por Santiago Caputo en Casa Rosada, se delineó el operativo. Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, junto a otros funcionarios, definieron controlar los accesos a la Ciudad de Buenos Aires y limitar la movilización a la plaza frente al Congreso, evitando su avance hacia Plaza de Mayo.
A diferencia de la postura más confrontativa de la semana pasada, algunos sectores del oficialismo han optado por bajar la tensión. Incluso Bullrich, durante la presentación de su proyecto de ley «Antibarras», expresó solidaridad con la familia del fotógrafo Pablo Grillo, herido de gravedad en la represión anterior.