El sector aeronáutico atraviesa una nueva etapa de conflicto luego de que la Asociación de Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación confirmara la reanudación de su plan de lucha. La medida, que incluye un paro, genera preocupación en los usuarios del transporte aéreo, ya que podría derivar en demoras y cancelaciones de vuelos programados a nivel nacional.
La decisión gremial se produce tras el vencimiento de la conciliación obligatoria dictada semanas atrás por la Secretaría de Trabajo. Los controladores aseguran que los ofrecimientos salariales no compensan la pérdida de poder adquisitivo y advierten que la única vía para ser escuchados es mediante el paro y la protesta en los aeropuertos.
Desde la Empresa Argentina de Navegación Aérea sostienen que los incrementos propuestos se ajustan a los otorgados a otros sectores estatales. Sin embargo, los trabajadores insisten en que no se cumple con el convenio colectivo de trabajo, lo que mantiene encendida la disputa. La tensión se traslada directamente a los pasajeros, que miran con incertidumbre la evolución del conflicto.
El reclamo de los técnicos y empleados de seguridad aérea se suma a otras manifestaciones que afectan distintos sectores educativos y laborales. En la Universidad Nacional de Salta, por ejemplo, los docentes también denuncian que el aumento salarial dispuesto por Nación no alcanza y aseguran que su paro busca visibilizar una problemática que atraviesa a toda la comunidad universitaria.
El trasfondo de la crisis remonta a julio, cuando la conciliación obligatoria detuvo provisoriamente las medidas y los despidos en curso. Sin avances concretos, la prórroga venció el 7 de agosto y los gremios ratificaron su postura. Ahora, el escenario vuelve a ser de incertidumbre y la atención está puesta en lo que pueda ocurrir desde el 22 de agosto en los aeropuertos de todo el país.