El ministro de Economía de Salta, Roberto Dib Ashur, analizó la situación macroeconómica del país y advirtió sobre la falta de crecimiento sostenido, la deuda creciente con las provincias y el riesgo de desindustrialización.
Ciclos de crecimiento interrumpidos y una nueva recesión
Dib Ashur explicó que la economía argentina solo logró registrar períodos cortos de crecimiento en las últimas dos décadas. “La última vez que tuvimos tres años sucesivos de crecimiento fue hace 20 años, después nunca más creció sucesivamente”, señaló.
En diálogo con Cara a Cara, recordó los repuntes de 2006 a 2008 y los de 2010-2011, además del rebote pospandemia en 2021 y 2022, pero subrayó que hoy la situación es recesiva. “Venimos de un 2024 muy malo, por lo tanto el 2025 a veces quiere mostrar un numerito mejor, pero dio una caída sobre el 2023”, indicó en relación a la última estimación del INDEC que marcó una baja del 0,7%.
Reclamo: Nación debe $300 mil millones a Salta
Roberto Dib Ashur también cuestionó el incumplimiento del Gobierno nacional en materia de obras y transferencias. “El país se dividió funciones: la Nación debe hacerse cargo de las obras estratégicas, defensa, seguridad y una población sana y educada. Las provincias de conectividad, educación y salud; y los municipios de la cercanía al vecino. La Nación no está cumpliendo”, advirtió.
Según detalló, el Tesoro nacional mantiene deudas con Salta por más de $300 mil millones en fondos y obras pendientes. “Lo que debía hacerse el año pasado eran $240 mil millones, que hoy equivalen a 300 mil millones”, precisó.
“Inestable”: advertencia sobre el rumbo fiscal y financiero
El ministro criticó el manejo de la deuda de corto plazo y el impacto de las altas tasas de interés. “La Nación intentó renovar 15 billones de pesos, el equivalente a cinco presupuestos anuales de Salta. El mercado no convalidó esa deuda”, afirmó.
A raíz de ello, el Gobierno nacional elevó encajes bancarios y llevó la tasa al 70%, lo que —según Dib Ashur— golpea directamente al consumo y la inversión. “Con cuotas de tarjeta más caras y proyectos de inversión postergados, la economía real se plancha”, expresó.
Además, alertó sobre el peso de los intereses de la deuda. “Equivalen a tres sumas completas de jubilaciones. Se financian a costa de hospitales, rutas y programas sociales”, señaló.
“Finanzas, no economía”: riesgo de desindustrialización
Dib Ashur sostuvo que la política nacional se centra en la especulación financiera en lugar del desarrollo productivo. “Este gobierno es finanzas, no economía. La economía también es desarrollo, empleo, producción e industria”, remarcó.
En este marco, advirtió sobre la pérdida de industria local: “Lo que queda es la parte primaria, mientras se importa desde China o Taiwán. Eso significa menos pymes, menor poder adquisitivo y riesgo de implosión del sistema”.
El ministro comparó la situación con Estados Unidos, que protege a su industria. “Ellos cuidan su mercado interno. Nosotros hacemos lo contrario: achicamos el Estado y aumentamos deuda”, concluyó.
Salta y el equilibrio fiscal
Finalmente, Dib Ashur destacó que la provincia mantiene equilibrio fiscal desde hace casi seis años. “Hace cinco años y siete meses que ordenamos las cuentas, pero no creemos en un ajuste ortodoxo que reduzca el Estado sin mirar el impacto social y productivo”, aclaró.
Con sus declaraciones, el ministro dejó planteado un fuerte contraste entre la política económica de Salta y las decisiones del Gobierno nacional, al que acusa de priorizar la especulación financiera sobre la producción y el empleo.