Las fuertes lluvias que azotan el norte de Salta han generado una situación de emergencia en varias localidades, donde numerosas familias se enfrentan al riesgo inminente de quedar aisladas. Un reciente relevamiento señaló la gravedad de la situación en diversas comunidades de los cerros, especialmente en las zonas aledañas a la Ruta Provincial Nº18, donde el acceso se ha vuelto extremadamente complicado.
Los principales problemas identificados son el desplazamiento de tierras en las cornisas y la crecida de los ríos, lo que dificulta el tránsito de vecinos y trabajadores, incluyendo a los docentes que intentaban llegar a los establecimientos educativos. La situación ha generado preocupación entre las autoridades locales, que se mantienen en alerta y monitorean constantemente el estado de los caminos y los caudales de agua.
Entre los puntos más críticos del relevamiento se destaca la ruta provincial Nº 18, específicamente en el tramo del kilómetro 10 y la zona de cornisa, donde se detectó el desplazamiento de agua sobre el camino debido al desborde de arroyos y lagunas en altura. El terreno se encuentra extremadamente resbaladizo, lo que exige extrema precaución al circular.
En la zona de Anta Muerta, el camino está cubierto de barro espeso y empieza a recibir agua de las partes más altas. Aunque todavía se puede pasar, se aconseja usar solo vehículos grandes, con tracción en las cuatro ruedas o tractores, debido a lo difícil que está el terreno. El Paso Río San Andrés es imposible de cruzar producto de las consecuencias de las lluvias torrenciales. La acumulación de tanta agua borró la delimitación del camino, haciendo que sea imposible pasar.
Por su parte, ante la crítica situación, los docentes de Angosto de Paraní, Río Blanquito y San Andrés se vieron imposibilitados de alcanzar sus destinos y debieron retornar a la ciudad de Orán. Las autoridades locales están evaluando la viabilidad de proporcionar ayuda a las familias damnificadas y coordinando esfuerzos para afrontar la emergencia.