El Senado de la Nación protagonizó una jornada trascendental al aprobar la Ley de Emergencia Pediátrica y de Residencias, también conocida como Ley Garrahan. La iniciativa busca garantizar el financiamiento adecuado y reforzar la cobertura en el sistema de salud infantil. La discusión generó un amplio interés social y político, dado el impacto directo que tendrá en la atención de miles de niños y familias en todo el país.
La votación en el Senado reflejó una amplia mayoría favorable, con 60 votos positivos frente a 8 en contra. Sin embargo, el resultado no estuvo exento de polémica. Legisladores de La Libertad Avanza y del PRO se expresaron en rechazo, generando controversias especialmente por declaraciones que fueron cuestionadas en el recinto y en la opinión pública.
Durante el debate, la atención estuvo puesta en las palabras de la senadora cordobesa Carmen Álvarez Rivero, quien debió aclarar expresiones previas sobre el Hospital Garrahan. A pesar de pedir disculpas, mantuvo su postura en contra del proyecto. Este hecho desató críticas desde distintos bloques, que señalaron la necesidad de defender la atención pública y gratuita en materia pediátrica.
Los seis legisladores de La Libertad Avanza también votaron en rechazo, sumándose a las posiciones críticas que marcaron diferencias dentro del Senado. Entre ellos, el senador Francisco Paoltroni fue uno de los que más cuestionó el alcance de la norma, mientras que el presidente de su bloque, Ezequiel Atauche, decidió no tomar la palabra pese a estar anotado como orador.
Con esta aprobación, el Congreso envía una señal de respaldo a la salud pública infantil en un contexto de debate sobre prioridades presupuestarias. La Ley Garrahan se transforma en una herramienta que busca fortalecer las residencias médicas y garantizar atención a los pacientes pediátricos. El paso dado en la Cámara alta abre la puerta a una implementación que será observada de cerca por la sociedad.