El ministro de Defensa de la Nación, Luis Petri, estuvo en Tartagal para constatar el desarrollo de la Operación Roca, un plan impulsado por el Gobierno nacional para intensificar la seguridad en la frontera norte y enfrentar al narcotráfico, el contrabando y otros delitos transnacionales.
Durante su estadía, el funcionario observó maniobras de adiestramiento militar, recorrió las instalaciones del operativo con equipamiento de control y realizó un sobrevuelo por las áreas más conflictivas del departamento San Martín. Allí se concentran corredores que son utilizados por organizaciones criminales para el tráfico de drogas hacia el país.
Petri remarcó que la defensa de la frontera norte es un eje prioritario de gestión y que las Fuerzas Armadas cuentan con la decisión política del presidente Javier Milei para estar equipadas y entrenadas con el fin de “proteger a los argentinos”.
En qué consiste la Operación Roca
La Operación Roca contempla la presencia de más de 10.000 militares en provincias del NOA y NEA. El despliegue incluye la utilización de radares móviles, drones, helicópteros y patrullajes fluviales, con el objetivo de reforzar la vigilancia en áreas de difícil acceso.
En Salta, los puntos de control más sensibles son Tartagal, Aguaray y Salvador Mazza, localidades cercanas a la frontera con Bolivia. La estrategia comenzó el pasado 6 de mayo, tras una reunión entre Petri y el gobernador Gustavo Sáenz, cuando se dispuso el arribo de las tropas a Tartagal.
Seguridad y cooperación
La Operación Roca se implementa bajo un comando conjunto interagencial, que trabaja de manera coordinada con el Ministerio de Seguridad y complementa al Plan Güemes, lanzado en 2024 para reforzar la presencia estatal en la frontera.
Con este despliegue, el Gobierno busca debilitar las redes del crimen organizado y recuperar la seguridad en el norte argentino, poniendo a las Fuerzas Armadas al frente de la tarea de control y vigilancia en territorios estratégicos.