En medio de la crisis nacional que ha golpeado severamente al sector de la construcción, la provincia de Salta emerge como una excepción notable gracias a su sector minero. Según el último informe del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC), mientras el empleo formal en la construcción a nivel nacional cayó casi un 20% interanual en abril respecto al mismo mes del año anterior, en Salta se registró un aumento del 6,2%, con 12.916 trabajadores activos en el sector.
Este incremento se mantuvo consistente a lo largo del primer cuatrimestre, reflejando un crecimiento del 6,7% interanual en el acumulado de los primeros cuatro meses del año. Junto con Neuquén, que también experimentó un aumento del 2,1%, Salta se destaca como una de las pocas regiones en Argentina donde los niveles de empleo en la construcción están en ascenso. Esta tendencia positiva se atribuye en gran medida al auge minero en la provincia, particularmente en la extracción de litio en la Puna salteña.
Mientras tanto, a nivel nacional, el panorama es desalentador con una caída acumulada del 17% en el empleo de la construcción hasta abril, según datos del IERIC. Esta situación refleja un escenario laboral comparable a los peores momentos de la pandemia de COVID-19.
En Salta, la conexión entre el sector minero y el empleo en la construcción es evidente. La falta de inversiones en obras públicas nacionales durante la primera mitad del año ha dejado a la infraestructura minera, especialmente en el desarrollo de plantas de litio en la región de la Puna, como la principal fuente de empleo para los trabajadores del sector. Además, proyectos urbanísticos privados en la capital también se derivan indirectamente de la actividad minera.
A partir de agosto, se espera que la reactivación de la obra pública en Salta impulse aún más el empleo en la construcción, con la finalización de 2.000 viviendas financiadas por planes de ahorro del Instituto Provincial de la Vivienda.