La Policía de Salta vuelve a quedar expuesta tras un operativo realizado en Finca Karina, en la frontera con Bolivia, donde fue detenida una agente que prestaba funciones en la Subcomisaría del barrio 9 de Julio. La mujer fue sorprendida junto a otras personas cuando se desplegaba un amplio procedimiento vinculado al contrabando y presunto lavado de activos. En total, se incautaron bienes por más de 140 millones de pesos.
El escándalo tomó mayor dimensión cuando se supo que otra integrante de la fuerza se encontraba también en el lugar y logró escapar al momento del ingreso de los uniformados. Fuentes cercanas al procedimiento confirmaron la presencia de las dos mujeres durante el operativo en Finca Karina, aunque hasta ahora no se dieron a conocer sus identidades de manera oficial.
La detención de una policía en un caso de estas características suma un nuevo golpe a la ya deteriorada imagen institucional de la fuerza. En el norte provincial, se vienen acumulando denuncias por hechos que involucran directamente a uniformados, desde encubrimientos hasta maniobras con drogas fraguadas. Este nuevo episodio pone en crisis la credibilidad del accionar policial.
La causa por los hechos ocurridos en Finca Karina quedó en manos del fiscal Marcos Romero, de la Fiscalía Federal Descentralizada de Orán, con autorización del juez Gustavo Montoya. El procedimiento tuvo lugar en un predio cercano al río Bermejo, sobre la Ruta Nacional 50, en una zona clave para el tránsito ilegal de mercancías y personas entre Argentina y Bolivia.
Por el momento, la finca permanece clausurada y bajo estricta custodia. La investigación avanza en busca de conexiones entre los detenidos, entre quienes se encuentran 11 personas. La presencia de una miembro activa de la fuerza entre los aprehendidos abre nuevos interrogantes sobre la complicidad interna y los límites difusos entre la ley y el delito en una de las zonas más calientes del país.