Un confuso y violento episodio ocurrido en Yerba Buena sigue generando controversia judicial y vecinal. Un hombre de 30 años, conocido en el barrio como “Cachito”, permanece internado en el Centro de Salud luego de haber sido atacado por una jauría de 15 perros, que lo dejó con graves heridas en distintas partes del cuerpo y la amputación parcial de sus órganos genitales.
La principal incógnita que busca aclarar la Justicia es si ingresó con autorización a la vivienda o si lo hizo para cometer un robo.
La dueña de la casa donde ocurrió el hecho ratificó en sede policial que el hombre saltó la tapia sin permiso y que incluso dañó una planta de tunas. En su declaración aclaró que nunca lo acusó de intento de robo ni de haberla amenazado a ella o a sus hermanas.
En contraste, la madre de la víctima aseguró que su hijo tenía permiso para entrar y cortar naranjas. “Ella lo conocía, le hacía los mandados y hasta le cortaba el césped. Ahora cambia su versión para protegerse del daño que causó. Todo el barrio sabe que esos perros son un peligro”, dijo la mujer.
El hecho ocurrió el martes cerca de las 11, cuando “Cachito” saltó la tapia de la vivienda ubicada a dos casas de la suya. Allí fue rodeado por los animales, que lo desnudaron a mordidas y le provocaron lesiones en piernas, glúteos y garganta.
Vecinos ingresaron para salvarlo, entre ellos el presidente del Concejo Deliberante de Yerba Buena, Javier Jantus, quien relató que usó su saco para espantar a los canes: “La situación era tremenda, logramos entrar rompiendo un portón. Lo importante en ese momento era que no lo maten”.
El hombre fue derivado al hospital Carrillo y luego al Centro de Salud, donde evoluciona favorablemente aunque su estado sigue siendo delicado.
La comunidad permanece dividida. Algunos vecinos consideran que los perros representan un riesgo para toda la zona y que la propietaria ya había tenido inconvenientes por la cantidad de animales que mantiene. Otros, en cambio, sostienen que “Cachito” es problemático por sus antecedentes ligados al consumo de drogas y múltiples intentos de robo.
Según registros oficiales, entre 2016 y agosto de este año se le abrieron 26 causas judiciales, la mayoría por delitos contra la propiedad, y fue aprehendido por contravenciones en 11 ocasiones. Sin embargo, nunca fue condenado ya que los expedientes fueron archivados por falta de pruebas.
La fiscal María del Carmen Reuter está a cargo del caso y ordenó medidas de resguardo, incluyendo una consigna policial en el hospital para evitar que el herido se fugue. Por ahora, los indicios apuntan a que ingresó sin autorización a la vivienda, aunque la fiscal aún reúne elementos antes de definir su situación procesal.
Mientras tanto, el debate continúa entre la responsabilidad de la dueña de los perros y los antecedentes del herido, en un caso que puso en tensión la convivencia barrial y reabrió la discusión sobre la tenencia responsable de animales en espacios urbanos.
